My Own Personal Bouquet

Hacía mucho frío a la hora del cocktail y estaba de moda que las mujeres usaran la chaqueta de la pareja…obviamente yo morí congelada, no podía ni sujetar mi copa de champú de las convulsiones.
Por lo menos me tiraron a una mesa con compañeros de universidad, así que tuve tema para no aburrirme y salvar hasta la hora del baile, donde una se mezcla con la gente y no se nota que anda sola.
Llegó lo que siempre espero en cada matrimonio, la hora del bouquet de flores, y saben que?, me di cuenta que ir sola es menos estresante, ya que no tengo que ocultar mi interés exacerbado por agarrar el ramo ni las ganas de saltar y pegar codazos como loca.
Ya que casi todos mis amigos han contraído el sagrado vínculo y estaban ahí, tuve que saber salir a lo Rocky a la pista donde la novia iba a hacer el esperado lanzamiento, en camino con los brazos en alto como el boxeador, el novio me dice: ese ramo es tuyo!!, o sea, toda la fe depositada en mi….!!! Pueden creer que tenía barra!!! Todos gritaban mi nombre!!! Y yo jugoseaba alentándolos!!..Después se acercaron a la pista misma a darme apoyo moral en la cancha.
Y sazzz!!! La novia lanza el ramo, viene directo a mi, pasa…va hacia atrás, cae al suelo, me lanzo al piso, mientras todos se corren y me rodean para cortarle el paso a cualquier otra desesperada que quisiera adelantarse, y ahí mis dedos rodearon las hermosas rosas rojas…ahhh…que bello, la foto de rigor con la novia y vuelvo a la mesa en medio de aplausos y chiflidos, es que ya estaba bueno que agarrara un ramo, después de tantos matrimonios y dada mi constante declaración de tener el vestido en la cartera, era mi merecida recompensa.
PD: “Gordito”, donde quiera que estés, te aviso que ya tengo todo listo, el vestido elegido, el anillo, local…todo, me gustaría algo sencillo y rápido, ya no quiero esperar más, sólo me falta conocerte.