Jugo inteleptual

Soy obsesiva, ansiosa y extremista. No hay vuelta que darle. Las palabras MODERACIÓN, EQUILIBRIO y CONSTANCIA nunca las conocí.
No fumo 4 cigarros diarios, sino la cajetilla completa (lo bueno es que lo voy a dejar si alguna vez quedo preñá).
Cuando me da por comer, no paro hasta engordar dos o tres tallas y de ahí empiezo una carrera anorexígena destinada a hacer desaparecer el exceso (lo bueno es que, ya casi al borde de la obesidad, reacciono).
Cuando empezó el bló me metía todo el día a la página y no paraba de comentar. Ahora me meto a Internet dos veces a la semana, con cuea (lo bueno es que navegar dejó de ser una necesidad imperiosa diaria).

Nunca pude superar al “primer amor”… occesión mental que se volvió pior, cuando supe que se había casado con una ex amiga (lo bueno es que él nunca supo que nunca lo superé... y dudo que lea este bló. La última vez que lo vi, Internet masivo existía solo en los países desarrollados).

Me cargaba trabajar con horarios y ser dependiente, así que hice una empresa. Duró 3 años hasta que colapsé… me cabrió trabajar sin horarios y que todo dependiera de mí (lo bueno es que gracias a la desgracia de volverme cesante permanente, se me ocurrió mandarme cambiar a Oceanía).
Paso de conocerme toda la programación de TV abierta, a odiar la tele y no prenderla ni pa’ las noticias (lo bueno es que... ay, no sé. Se supone que no es bueno ver tanta tele).
Paso por épocas de carretiar como enfermita, a encerrarme por meses en mi casa sin salir ni pa’ los temblores (lo bueno es que me ahorro la plata que no tengo o, en su defecto, protejo el bolsillo de mis solidarias amiguis).
Soy capaz de ir a un gimnasio durante un mes, todos los días, dos horas diarias… pero cuando me aburro, no logro hacer ni 10 minutos de bicicleta estática doméstica (lo bueno es que… en realidad no sé qué tiene de bueno no lograr ser constante, pero en fin).

Puedo un día deprimirme de manera categórica, llorosa y patética, para al otro día amanecer con los ojos hinchados, sin acordarme bien de los motivos que pusieron así mi cara. Y sigo adelante (lo bueno es que no soy suicida).

Y heme aquí de nuevo con una novedosa obsesión. De esas que son más "cool", a vista y paciencia del ser humano. Porque claro, es cierto que no puedo dejar de ver todos los días, a las 2:30 pm a la María do Carmo (que está a punto de encontrar a la Lindalva, su hija secuestrada cuando guagua) pero ahora tengo un hobby “inteleptual”. Un fenómeno que nunca antes me había pasado: ME DIO POR LEER.
Nunca le he hecho el asco a los libros, como nunca he sido una fanática lectora. Pero ahora me dio fuerte. No sé cuánto me dure. Sólo sé que no puedo parar. Entonces voy a casas de amigos con biblioteca casera, a “asaltarles” material de todo tipo, siempre con devuelta y esperando la próxima visita para hacerles zumbar nuevamente los estantes.

Y todas estas confesiones del demonio, sólo para decir que necesito urgente que alguien me preste Harry Potter y el Cáliz de Fuego, es decir, el cuarto libro (el quinto ya me lo conseguí -faltaría también el sexto- y espera ansioso mi enfermiza lectura, que ni siquiera se apacigua con mis continuos dolores de cabeza de ahora último).

P.D.1 Si alguien me quiere recomendar terapia, OLVÍDELO. Años atrás, pasé de visitar un cuantuay de loqueros, hasta agarrarles un soberano DESPRECIO. Ah! Y las terapias “alternativas” o “naturales” tampoco me funcionan a largo plazo, ok?

P.D.2 Insisto en que mis sisters se deben aplicar con nuevos post. De otra manera Guai-lón se convertirá en el blog de una maniática confesora de sus más recónditas intimidades… lo otro es que me crée otro bló… pero me da laaata… o bien, simplemente dejo de publicar, pero... ¿y qué hago con este afán egocentrista de hablar de una, que todo bloggero te lleva dentro? ah?