Pudo ser.... un amor de los grandes pudo ser
Adeu Barcelona!!! así comenzó mi regreso...
Yo creo que ya nadie de ustedes se acuerda, pero en los inicios del blog, hace muuuuucho tiempo, comenté un sueño que tuve. Este era del amor de mi vida que conocía en un avión...
Como los dulces sueños no se olvidan y con la esperanza y convicción de que este era premonitorio, cuando subí al airbus 340, vuelo NM 1451 Madrid – Santiago y me senté en el asiento 31J inmediatamente recordé lo que podría llegar a suceder...
Convencida de que todo el desastre del cambio de día, de vuelo y las horas de espera en la conexión eran parte importante para que el sueño se cumpliera me senté a observar...
Solo había un asiento a mi lado, el de la ventana, así que a esperar no más a algún guashoncito que se sentara al lado... Todo empezó cuasi bien, efectivamente era un hombre el que ocupo el asiento, no era ni menor de edad ni tercera edad, así que hasta ahí todo perfecto.
Cuando se instaló empecé a enfocar mis contactos para ver de que se trataba y constaté icsofacto que no era lo físico lo que me uniría a él, así que sin perder la esperanza me dije: “misma, hay que darle una oportunidad a su intelecto, a su interior”.
La cosa es que entre las horas de no sueño y el retraso del vuelo me quedé dormida como por seis horas, así que solo me quedaba la mitad del viaje para descubrir su interior... me puse a leer mi última adquisición... no se rían, me estoy leyendo mi propia historia “El Diario de Bridget Jones” redactado en español de España... con expresiones como joder, follar, coño y otras palabrotas que suenan horrendas...
Cuando a mi “compañero” se le ocurrió despertar nos pusimos a conversar, era muy simpático, pero “no sentí nada”, pero para estar más segura de que no era tuve que sacrificar horas de sueño por conversa... en todo caso lo pase bien, con sus historias de patiperro por el mundo, su exposición de todos los posibles negocios que analizó en la zona, su parecido a zamorano... que con seis meses en España ya tenía acento, etc.
En fin, aunque fue simpático, me regaló chocolates, me ayudó a cargar la maleta de mano, espero que saliera mi maleta de 34 kilos de la huincha y todo lo que podría haber hecho, definitivamente: NO ERA ÉL.
Así que siga participando no más y a juntar kms. para tener “otra oportunidad”.
P.S.: y como diceel hit del momento... "amar es saber esperar"... que sabias palabras!!! AMO A LAURA.
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